Los Estados Unidos, como la Argentina, tienen la reputación de ser tierra de asadores y parrilladas, pero en el país norteamericano al igual que en el de Sudamérica, la carne vacuna se está volviendo un lujo por obra y arte de la inflación, según informa la prensa internacional.
La inflación aumentó en un 7% en 2021, algo que no se veía desde 1982, y se espera que los datos de enero, que se publican este jueves, muestren que podría haberse acelerado aún más.
Los compradores estadounidenses vieron que los precios de aves, carnes, huevos y pescado aumentaron 12,5% el año pasado.
En el caso de la carne de res la disparada llegó hasta un 23%, según el corte, mientras que en ciertos comercios, solo la carne picada sigue siendo accesible para el bolsillo medio. Una pieza de ternera de calidad cuesta hasta 24,99 dólares la libra (453 gramos).
En una carnicería en el elegante barrio de Georgetown, el equivalente se vende incluso por 37,99 dólares, informa France24.com.
Así, los consumidores se limitan a comprar pollo y salchichas, mientras que los economistas explican la situación.
«Es una combinación de varios factores. Los compradores extranjeros de carne estadounidense, particularmente China, han mostrado una fuerte demanda al igual que los consumidores nacionales», dijo Jayson Lusk, profesor de la Universidad de Purdue en el estado de Indiana.
Al mismo tiempo, apuntó, los salarios en la industria empacadora de carne aumentaron casi 20% desde el comienzo de la pandemia, en medio de una escasez de trabajadores en todo el país que también afectó al sector manufacturero y al transporte.
Los medios indican que el año pasado, los estadounidenses continuaron comiendo carne de res con entusiasmo gracias a la ayuda del Gobierno, que aumentó sus ahorros y su poder adquisitivo.
Pero ahora comer un bistec está fuera de discusión para muchas familias de bajos ingresos, advierten.
Esta semana, Tyson Foods, el procesador de carne más grande de los Estados Unidos, justificó estos aumentos de precios por el hecho de que la demanda continúa superando su capacidad de producción por falta de mano de obra. También destacó el aumento de salarios y beneficios para contratar y retener al personal.
Durante los últimos tres meses de 2021, Tyson marcó un aumento de precios promedio para la carne de res en torno al 33% en comparación con el mismo período de 2020, y alrededor del 20% para el pollo.
El alza de los precios de la carne vacuna preocupa incluso a la Casa Blanca, que rechaza la idea de que sea únicamente consecuencia de la pandemia.
El presidente Joe Biden culpa a la falta de competencia en el sector.
En esta industria de unos 213.000 millones de dólares, sólo cuatro empresas controlan el 85% del procesamiento de la carne vacuna y el 54% de la avícola, lamentó en enero la Casa Blanca, que prometió abordar este problema e inició investigaciones para asegurar que no haya un acuerdo de precios.
Los restaurantes se están adaptando y apelan a la reducción del tamaño de sus menúes, en tanto que los de comida rápida, tratan de mantener los precios bajos, con porciones más pequeñas.
En Domino´s, el precio de uno de sus menúes de «alitas de pollo» se quedó en 7,99 dólares, pero, la caja ahora tiene solo ocho piezas en lugar de las diez habituales y solo está disponible para la venta en internet, completa la página web del canal francés.
El dato estadístico: los estadounidenses siguen estando entre los mayores consumidores de carne vacuna del mundo, comieron 59,1 libras (26,81 kilos) por persona el año pasado, después de 58,4 libras en 2020.