El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, acordó con la Cámara Federal de Casación la aceleración de los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.
Rosatti visitó al máximo tribunal penal del país, en Comodoro Py 2002, donde se reunió primero con su presidente, Alejandro Slokar, y luego con el resto de los jueces que lo integran.
Según informó la propia Casación, el principal tema abordado fue «el fortalecimiento de la labor judicial en esta nueva etapa que dejará atrás la pandemia, con el objetivo primario de otorgar mayor celeridad a los juicios». Entre esos juicios figuran, en un lugar destacado, los de lesa humanidad.
En la reunión estuvieron Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, los dos jueces cuestionados en el propio seno del tribunal de Casación por sus visitas al ex presidente Mauricio Macri, tanto en la Casa Rosada cuanto en la Quinta de Olivos, sin que lo supieran sus colegas. Además, participaron los camaristas Diego Barroetaveña, Ana María Figueroa, Daniel Petrone, Guillermo Yacobucci, Carlos Mahiques, Ángela Ledesma, Eduardo Riggi y Javier Carbajo.
Los jueces de Casación le entregaron a Rosatti las «Reglas prácticas para la tramitación de procesos complejos», una suerte de manual elaborado por el tribunal para el tratamiento de expedientes que por sus características insumen tiempos exageradamente largos.
«Se trata de un conjunto de directrices orientadas a la mayor transparencia, `desformalización´ y eficacia de las causas en debate, así como para la optimización del uso de nuevas tecnologías, de la conservación de la prueba y el control de la ejecución de las sentencias», explicó la Casación en un documento sobre la reunión.
Rosatti y Slokar coincidieron, además, en «la necesidad del empleo de un lenguaje judicial claro, que incluya la perspectiva de género». En una reciente exposición en Paraná, Entre Ríos, el presidente de la Corte ya se había referido a la simplificación del lenguaje de las decisiones judiciales para facilitar su comprensión a los ciudadanos que no conocen de derecho.
Los jueces del máximo tribunal penal destacaron que hacía más de una década que un presidente de la Corte Suprema no visitaba a la Cámara de Casación.