En medio de la suba de precios, que en el mes de febrero alcanzó 4,7%, el presidente Alberto Fernández afirmó hoy que en la «guerra» que emprenderá el Gobierno contra la inflación la batalla es contra los «especuladores y codiciosos».
«Nuestra batalla hoy es contra los especuladores. Contra los codiciosos. Contra quienes buscan aún en situaciones tan complejas sacar una renta extraordinaria. Contra los agoreros de siempre, que intentarán instalar el sálvese quien pueda o buscar culpables rápidos y respuestas sencillas», apuntó Fernández.
En un mensaje grabado desde la Residencia de Olivos, que se extendió por 18 minutos, el jefe de Estado hizo un análisis de la situación que atraviesa la Argentina, pero no anunció cuáles serán las medidas concretas que se implementarán para impulsar la baja de los precios.
«Después de haber resuelto la deuda insostenible con los acreedores privados y con el Fondo Monetario Internacional, debemos defender nuestro desarrollo social y económico. Por eso también nos pondremos al frente en la lucha contra la inflación», enfatizó.
En ese marco, el Presidente anticipó que se constituirá un «fondo de estabilización con el objetivo de evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos y argentinas», y completó:
«He instruido a mis ministros para que tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana».
«Vamos a defender y proteger la mesa de las familias argentinas. Lo vamos a hacer juntos, unidos, entre todos y todas.
Confiando en nuestra fuerza y nuestra perseverancia. Sabemos el rumbo, estamos en el camino», subrayó.
Además, el Presidente afirmó que «la inflación es un fenómeno histórico en la Argentina, casi una maldición», y precisó: «Ha sido un callejón recurrente del que pareciera ser imposible salir.
Hemos visto paquetes, planes, grandes anuncios. También los vimos fracasar una y otra vez».
En su reflexión, Alberto Fernández reconoció que «la inflación es un serio problema para los argentinos», pero aclaró que la en Rusia «lo agrava», y puntualizó: «Esto claramente nos afecta y se suma a los muchos problemas que ya tenemos y que ya todos conocemos».
«Sería absurdo cargar en la guerra la culpa de nuestra inflación. Pero la verdad es que está incidiendo negativamente y causando mayores problemas. Tengo el deber de advertirles que este contexto internacional complica aún más las cosas», aseveró.
En ese sentido, el Presidente cuestionó: «He oído decir que esta guerra representa para la Argentina una oportunidad. Yo creo que una guerra, sin importar dónde sea, jamás puede volverse una oportunidad. Una guerra es siempre una mala noticia. Una tragedia desde lo humano, pero también desde lo social y lo económico».
«Tengo la obligación y la responsabilidad de proteger de esas consecuencias económicas a la mesa de los argentinas. Nuestro objetivo debe ser, por un lado, garantizar la provisión de insumos para que la cadena de abastecimiento se cumpla. Y, por otro, asegurar que los precios de los productos de consumo más relevantes sean accesibles para las familias argentinas», indicó.
Además, Fernández afirmó que no va a «permanecer pasivo ante esta situación», y detalló: «He decidido que el gabinete económico se concentre desde este momento en implementar todas las medidas necesarias para enfrentar a la inflación, en particular la que vemos en los alimentos».
«He dado indicaciones a mis ministros y ministras para que construyan acuerdos con los diferentes sectores pero que no duden en aplicar todas las herramientas del estado para fijar y hacer cumplir las medidas necesarias. Ellos y ellas serán los encargados de mantenerlos informados diariamente sobre las medidas que se irán implementado desde este mismo momento», manifestó.
En busca de acuerdos para diseñar un plan de lucha contra la inflación, el jefe de Estado anticipó que convocará desde el próximo lunes «a los representantes de los sectores productivos, empresarios, trabajadores formales y de la economía popular, representantes del campo y el comercio, la pequeña y mediana empresa y la sociedad civil a una mesa de acuerdo».
«Confiamos en encontrar acuerdos que ayuden a bajar la inflación y a garantizar el aumento del poder adquisitivo de los salarios. No vamos a dejar de controlar y fiscalizar precios, aplicar la ley de abastecimiento si es necesario y utilizar todos los instrumentos con los que cuenta el estado para cumplir con el objetivo de controlar los precios», sostuvo el mandatario.
En otro tramo de su discurso, Fernández prometió escuchar «propuestas y preocupaciones» de los argentinos, y aseguró: «Les transmitiré los caminos que estamos recorriendo. Es hora que cada sector pueda pensar cuál es su contribución a este momento crucial del mundo y de la Argentina».
«En el mismo camino dialogaré con cada gobernador y gobernadora y con todos los intendentes para que las medidas que adoptemos lleguen a cada rincón de la Argentina. Necesitamos luchadores contra la especulación y la inflación en cada comercio, en cada mesa, en cada casa. Esta batalla necesita de cada uno de nosotros y nosotras», sentenció.
Previo a grabar su discurso, el jefe de Estado se reunió en la Quinta Presidencial con sus ministros del Gabinete económico para repasar los detalles.
Según supo Noticias Argentinas, estuvieron presentes los ministros Martín Guzmán (Economía), Julián Domínguez (Agricultura), Claudio Moroni (Trabajo), Santiago Cafiero (Relaciones Exteriores) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo).
También participaron el jefe de asesores del Presidente, Juan Manuel Olmos; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco.
En tanto, se destacaron las ausencias del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y del jefe de Gabinete, Juan Manzur, dos de los funcionarios que este viernes estuvieron junto al jefe de Estado participando de un acto oficial en la provincia de Tucumán.
Tampoco estuvieron presentes el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, ni el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dos hombres del núcleo duro del kirchnerismo.