Incertidumbre sobre el futuro de la economía, aumento de costos, menores ventas, caída de la rentabilidad, inflación y dólar en aumento componen el preocupante escenario que marcan los principales empresarios del país para los próximos 12 meses, un período en el cual la situación política de la Argentina también empezará a jugar un rol importante con el inicio de la campaña para las elecciones presidenciales del 2023, que por ahora acumula más dudas que certezas sobre las candidaturas.
Ni siquiera está claro si al presidente Alberto Fernández le dará «el combustible» para intentar buscar un segundo mandato, tal como ha dejado trascender. Menos, si la vicepresidenta, Cristina Kirchner, termina por formalizar el divorcio y su espacio político abandona la alianza oficialista.
Tampoco queda claro qué figura terminará aglutinando las esperanzas de la oposición, donde varios de sus referentes coquetean con el traje de candidatos, como Horacio Rodríguez Larreta; Patricia Bullrich, y hasta el propio Mauricio Macri.
Para los hombres de negocios locales, este poco claro escenario político también estará marcado por una profundización de los problemas económicos y sociales que ya sufre el país gobernado por el Frente de Todos.
Por lo menos así surge de un relevamiento trimestral realizado por la consultora Vistage entre casi 400 CEOs locales para determinar el tradicional Índice de Confianza Empresaria que se lleva a cabo desde el 2006. El 32% de los consultados por la filial local de la principal organización mundial de coaching organizacional determinó que la preocupación por la economía doméstica y la internacional es el problema de negocios más importante que deben enfrentar sus empresas.
Un «drama» que incluye a la inflación y el tipo de cambio, en un contexto de expectativas desbordadas que no encuentran tope para la valoración final de ambas variables financieras.
Los hombres de negocios del país los ubican en torno a 64% y a los $194, respectivamente, mostrando en el caso de la inflación un mayor optimismo en relación a otras proyecciones privadas.
De hecho, el último Focus Economics publicado mostró que FIEL, la ubica en el 82%; Econométrica en el 73%; Empiria en el 72% y Orlando Ferreres vaticina 71%, por citar algunas.
Pero la impericia y la falta de credibilidad de la política económica del Gobierno no se encuentra solamente anclada en el fracaso de la famosa «guerra» contra la inflación y en estabilizar el tipo de cambio.
Si bien en las últimas semanas se abroquelaron en torno a la defensa del ministro de Economía, Martín Guzmán, para evitar el embate del costado kirchnerista de la alianza oficial, los empresarios igualmente saben que no alcanza con mantener un diálogo con el titular del Palacio de Hacienda.
Es cierto que lo escuchan, más que nada porque saben que la otra opción es todavía peor, pero piden aclaraciones permanentes sobre el rumbo del plan oficial para lo que resta del mandato de este gobierno de Alberto Fernández. Por eso, además de defenderlo también lo critican en una dicotomía que refiere a reclamarle al ministro que no siga insistiendo con una receta que hasta ahora no viene dando resultados y con la que apuesta a «bajar las expectativas inflacionarias», para lograr tener algún control sobre el incesante incremento de los precios.
«Mientras nos bancamos las paritarias, sabemos que habrá subas de tarifas y nos preocupamos por el impacto internacional en nuestros insumos, el Gobierno sigue creyendo que puede amortiguar la inflación y que con sólo decirlo los precios van a caer», advirtió un empresario de los que participó de la encuesta de Vintage.
Para el ejecutivo, no es cierto que los precios suban «por las dudas», como tampoco lo es que la economía esté dando señales positivas como para pensar en aumentar la dotación de personal durante el próximo año.
De hecho, este escenario también condicionó las respuestas de los hombres de negocios a la pregunta de Vistage vinculada a la contratación de más personal en un contexto económico que no promueve esta necesidad social. En ese sentido, un 25% advirtió que encontrar, contratar, retener y capacitar personal es otro de los riesgos que enfrentan en la actualidad.
Es cierto que varios sectores industriales, como el de la construcción muestran una fuerte recuperación de los trabajadores formales tras la pandemia. Pero también lo es que los números se mantienen alejados de los máximos históricos debido a que las empresas condicionan la decisión de contratar más trabajadores a la incertidumbre respecto de la marcha de la economía y el fuerte conflicto político que está atravesando el Frente de Todos.
Dos condimentos que también tuvieron en cuenta los empresarios a la hora de advertir que sus negocios se verán afectados por aumentos en los costos de producción, en especial los de la energía, materia prima y salarios, y la falta de acceso al crédito, caídas en los flujos de caja y de la rentabilidad.
Según las conclusiones del relevamiento de Vintage, «el porcentaje de los empresarios que piensa que la economía argentina se comportó mejor que hace un año atrás muestra una baja del periodo anterior al actual». Lo mismo ocurre con la cantidad de ejecutivos que sostienen que la rentabilidad de sus empresas aumentará en los próximos meses, que ha disminuido comparado al trimestre anterior.
De igual manera, la encuesta revela una disminución en la esperanza de mayores volúmenes de ventas para los próximos 12 meses, tal como lo marca el porcentaje de empresarios, números uno, CEOs, altos ejecutivos y dueños de empresas consultados por Vintage acerca de diversos ejes tales como el comportamiento de la economía, la rentabilidad de las compañías, los niveles de venta, la inversión en activos fijos, la cantidad de empleados estipulada para los próximos 12 meses y los principales problemas que transitan las empresas en la actualidad.
«Los datos del Índice indican que hay pesimismo en la evaluación de los empresarios sobre el escenario económico, que está muy marcado por la inflación», señala la CEO de Vistage Argentina, Guadalupe San Martín.
Con respecto a un año atrás, el 21% de los empresarios señala que la economía se comportó mejor; el 23% que se mantuvo en iguales condiciones; y el 56% cree que empeoró.
En tanto, para el próximo año, el 12% espera que la economía esté mejor; el 36%, que esté igual; y el 52% que empeore el escenario. Acerca de la rentabilidad, el 22% estima que aumentará, mientras que el 39% cree que disminuirá; y otro 39%, que se mantendrá sin cambios.
Consultados sobre el volumen en unidades vendidas por su empresa, el 49% de los participantes confía en que aumentará. Sin embargo, otro 36% indica que se mantendrá y el 15%, que disminuirá. Además, el 54% de los encuestados considera que la inversión en activos fijos se mantendrá sin cambios y otro 15% que caerá.
Otro de los ejes del Índice de Confianza Empresaria es sobre la plantilla de empleados. El 51% de los encuestados cree que se mantendrá igual; el 9%, que disminuirá y un 40% que aumentará. Respecto a cómo creen que se comportarán los precios de los productos y servicios que comercializan, el 82% estima que aumentarán; el 14%, que estarán igual; y el 4%, que disminuirán.
Durante el mismo período, el 66% de los empresarios cree que aumentará la facturación de su empresa, el 26% piensa que se mantendrá igual; y el 7%, que disminuirá.
Con relación a las estimaciones de inflación anual para este año, la ubican en el 64%, mientras que ubican al tipo de cambio oficial en torno a los $194 por dólar, $38 más que en el Índice del trimestre anterior.
El Índice de Confianza Vistage nació en Estados Unidos el primer trimestre del 2003 y se posicionó como el mayor informe general de las proyecciones de CEOs y líderes de pequeñas y medianas empresas. En Argentina, se comenzó a realizarse en el 2006 y, desde entonces, Vistage consulta trimestralmente a los altos ejecutivos para conocer sus proyecciones y confianza en los negocios.