El empleado que llevó «brownies locos» a su trabajo e intoxicó a varios de sus compañeros fue detenido en la capital cordobesa tras hallarse marihuana y restos de cannabis en su vivienda durante un allanamiento llevado a cabo por efectivos de la Fuerza Policial Antinarcóticos (FPA).
Fuentes judiciales informaron que el operativo se realizó en un domicilio situado en la calle Javier Pons del barrio General Mosconi, en el noreste de esa ciudad.
En el lugar arrestaron a un joven de 25 años, mientras que además se incautaron 105 gramos de marihuana y restos de cannabis en algunos utensilios de cocina, entre otros elementos presuntamente relacionados con el fraccionamiento de la droga.
El operativo se encuentra relacionado a una investigación iniciada tras un hecho ocurrido al comienzo de la semana en el cual, por causas que se tratan de establecer, varios empleados de un Call Center debieron recibir asistencia médica, luego de consumir brownies que, aparentemente, había llevado el sujeto ahora aprehendido.
Al momento del ingreso del Equipo de Táctico (EAT) de la Fuerza, el sujeto intentó deshacerse de los estupefacientes, arrojándolos por el sanitario.
El procedimiento estuvo supervisado por la Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico del tercer turno, desde donde se dispuso el traslado del detenido a la sede judicial por supuesta infracción a la Ley Nacional de Drogas.
Todo arrancó cuando el ahora apresado llevó brownies que presuntamente contenían marihuana para compartir con sus compañeros de trabajo y diez de ellos tuvieron que ser internados por intoxicación.
De acuerdo a la propia delegada gremial de la empresa, los análisis toxicológicos realizados sobre los empleados afectados por el consumo de dicho alimento reflejaron que todos ellos tenían cannabis en sangre.
Por lo tanto, se estima que el alimento había sido preparado con marihuana, lo que popularmente se conoce como «brownies locos».
El hecho ocurrió el lunes por la mañana en una de las sedes de la empresa Konecta Argentina, en Galería San Martín, Córdoba Capital, donde un empleado de más de diez años en la compañía decidió continuar con la costumbre de los trabajadores del lugar de llevar algo de comer para compartir.
El hombre llevó esa especie de budín a las 10 y lo repartió entre el equipo integrado por unos 13 o 14 empleados. Según detallaron otros trabajadores, a los 20 minutos unas seis personas empezaron a descomponerse, a asfixiarse, a sentirse muy mal.
Uno de los empelados del lugar relató en declaraciones a la prensa que «unos reían, otros lloraban y había dos que estaban ´duros´».
Al constatar la intoxicación de los trabajadores, desde la empresa se solicitó la asistencia médica en el lugar y se decidió despedir al responsable de llevar los brownies.
Una mujer detalló que el hombre aseguró que fue «a comprar la premezcla en un cotillón donde la venden», a la vez que contó que dijo «que él preparó el budín en su casa, nada más».
Ante la negativa del acusado, se pensó también que los alimentos pudieran estar en mal estado a raíz de una descomposición, pero ante el operativo policial realizado en la casa del responsable, eso quedó descartado.