El presidente Alberto Fernández llamó hoy a recordar las enseñanzas de Juan Domingo Perón y su «mensaje de unidad» durante la última presidencia, al tiempo que sostuvo que el ex mandatario «no necesitó una lapicera» para convencer a millones.
«Cuando muchos le pedían que no era el camino el diálogo, que había que tomar las armas, nos enseñó que jamás hay que obligar a nadie, hay que persuadir, y me quedó con esas frase, porque la política no es otra cosa que convencer al otro que lo acompañe en la empresa que va a empezar», subrayó el jefe de Estado.
En ese marco, respondió a una frase que lanzó la vicepresidenta Cristina Kirchner semanas atrás, cuando le reclamó que utilice la lapicera para gobernar al hablar de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y la licitación de la empresa Techint.
«El poder no pasa por ver quién tiene la lapicera, sino por el que tiene la capacidad de convencer, y convencer es una tarea mucho más ardua, pero más segura», recalcó Fernández al encabezar el acto homenaje por el aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón en la sede de la CGT en la calle Azopardo.
Al respecto, continuó: «Perón convenció a millones de argentinos que hasta el día de hoy lo sienten vivo, y nunca necesitó de una lapicera. Me parece que tenemos que recordar todas esas enseñanzas que fueron importantes».
El jefe de Estado endureció su discurso de cara a la interna del Frente de Todos ante una tribuna integrada por los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Ricardo Quintela (La Rioja); y los secretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña, sin la participación del tercero, Pablo Moyano.
También estuvieron el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y los ministros Santiago Cafiero (Relaciones Exteriores), Martín Guzmán (Economía), Eduardo «Wado» De Pedro (Interior), Aníbal Fernández (Seguridad), Claudio Moroni (Trabajo), Martín Soria (Justicia), Juan Cabandié (Ambiente) y el titular de la AFI, Agustín Rossi, entre otros.
Al iniciar su discurso, el Presidente destacó: «¿Qué hizo distinta a la Argentina de los otros países? Lo distinto fue que tuvimos a Perón. Hoy en día tener un sindicato es algo lógico, poder jubilarse en algo lógico, tener vacaciones pagas es algo lógico. Perón fue un antes y un después. Tuvo una compañera increíble que fue Eva».
«Como siempre pasa, darle tantos derechos a los sectores populares lastima y enoja a los poderosos, que fueron impiadosos.
Primero bombardearon una Plaza de Mayo, llevándose muchas vidas.
Cuando creímos que todo había terminado, se levantaron en armas y lo derrocaron», indicó Fernández, que recordó que Perón «prefirió irse antes de derramar la sangre de los argentinos» y eso «definitivamente evitó una guerra civil».
En momentos de turbulencia interna, el mandatario nacional trazó un paralelismo entre la tercera presidencia de Perón y su gobierno.
«Cómo era ese Perón que volvía en el 73, después de todo lo vivido, de haber visto de cerca la muerte, de haber visto cómo perseguían a sus compañeros, era un Perón que lo único que quería era construir otra patria», sostuvo Fernández.
«Ese Perón que él mismo se llamaba un ´Perón herbívoro´ , se dio cuenta de que había que terminar con las divisiones, y habló con los radicales, y se vio con Balbín. En realidad nos estaba dejando un mensaje claro de unidad», afirmó el Presidente.
También pareció enviar otro mensaje a Cristina Kirchner al señalar: «Yo no hago grandes actos ni doy grandes discursos, pero la Argentina creció el 10,3 por ciento, creció el empleo y la recaudación total subió un 82% muy traccionada por la seguridad social, aportes y contribuciones. ¿saben qué es eso? aporte y salarios de los argentinos».
«Cuando nos preguntamos qué hicimos, hicimos mucho, en cada rincón de la Argentina, peleamos por el federalismo. Cuando dije que era el más federal de los porteños, lo era», enfatizó.
Para cerrar, rememoró que para Perón «la misión del que gobierno es sumamente simple: hacer la felicidad del pueblo y hacer la grandeza del pueblo. No hay que sacrificar una generación para que otra pueda prosperar».
«Acá no quiero que nadie más sufra, lo que necesito es generar alegría, les pido sembremos esperanza», agregó el Presidente.