«Con estos niveles de inflación y nominalidad no hay más debate: es shock sí o sí», advirtió la economista Marina dal Poggetto, directora del Estudio Eco Go.
«Si el Gobierno no se ordena, a esta crisis no la resuelve ni Batakis ni Mandrake», alertó.
Sostuvo que «si no se da una señal fiscal contundente y el Banco Central tiene que emitir más para financiar el déficit, los pesos que salieron de la deuda del Tesoro pueden acelerar la inflación. Estamos cambiando de régimen».
«Necesitás un programa de shock y este gobierno no tiene margen. No hay quién financie el gradualismo y a esta nominalidad, no podés corregir la distorsión de precios relativos paso a paso», alertó en declaraciones periodísticas.
Explicó que una cuestión central es cómo se administra «políticamente ese shock redistributivo que implica una estrategia así. Las retenciones son una herramienta que si devaluás necesitás implementar, porque hay que cerrar fiscalmente».
Pero señaló que además «hacen falta reformas que le den competitividad a la economía porque las retenciones son una herramienta más de corto plazo. Hace falta una agenda de reformas estructurales, entonces».
Dal Poggetto cree que congeniar la realidad de los distintos sectores en la Argentina no es sencillo: «Los hay con alta productividad y sectores con baja productividad. Para eso hace falta política».
Explicó que «se requieren consensos políticos y no sólo decir hace que falta equilibrio fiscal. Hay que ponerse de acuerdo en cómo lograrlo. La Argentina quiere tener el gasto de Suecia y los impuestos de Paraguay».
Explicó que uno de los problemas fue provocado porque Alberto Fernández «cambió la fórmula de indexación, demoró la negociación de la deuda con privados, hizo un error con el manejo de la deuda en pesos que estaba en dos terceras partes en mano de los fondos Pimco y Templeton, cuando los bonos valían 30 centavos».
También consideró un error «no haber negociado con el FMI de arranque. Hubo errores de manejo de política económica».