El subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal, aseguró hoy que la quita de subsidios no implica «un tarifazo ni un aumento desmedido» en las facturas de luz, gas y agua, y recomendó a los usuarios ahorrar energía.
«No es un tarifazo, no es un aumento desmedido y todo va a depender de si un cliente empieza a mirar su medidor», sostuvo el funcionario, al justificar el proceso de segmentación tarifaria que el Gobierno anunció el martes.
Según Bernal, la decisión de aplicar una baja gradual de subsidios «es la primera vez que se hace en la Argentina, porque implica una política de segmentación para un nuevo orden o reordenamiento tarifario y, a la vez, permite hacer un ahorro y un uso eficiente de los recursos» y de la asistencia estatal a los usuarios.
En declaraciones radiales, comentó que, a partir del mes que viene cuando empiecen a llegar las facturas, «empezará a jugar la política de segmentación» que, según el Gobierno, se aplicará por etapas hasta marzo del año que viene.
Puntualmente, el funcionario señaló que, con el gas, hay diez prestadoras a nivel nacional y explicó que «sobre la misma área de licencia, se dividen subzonas con particularidades climáticas, que a su vez tienen distintos umbrales sobre las que se mueven distintos tipos de usuarios».
En ese sentido, puntualizó que una factura promedio de $1.650 de junio último, en septiembre va a empezar a pagar $115 más, en noviembre $160 y en enero, $221.
Para ejemplificar las diferencias por regiones, Bernal dijo que la provincia de Tucumán tiene los umbrales más bajos del país: la primera categoría de consumidor llega hasta los 400 metros cúbicos mientras que en Tierra del Fuego es el otro extremo, ya que la primera categoría llega a los 4.000 metros cúbicos.
Por último, aclaró que nunca se opuso a la eliminación de subsidios.
«Jamás me opuse a un uso eficiente del recurso ni de los subsidios. A la quita de subsidios tampoco, siempre y cuando éstos tengan un uso eficiente. Estamos todos de acuerdo con la quita», concluyó.