En medio de la polémica por las PASO, la cual algunos legisladores del oficialismo pretenden eliminar a partir de las Elecciones 2023, otro debate promete tomar relevancia en paralelo y se trata del sistema de Boleta Única de Papel (BUP), un proyecto que obtuvo media sanción en Diputados en julio de este año y es impulsado por Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal.
Mientras rechaza el fin de las primarias, fundamentales para dividir sus diversas internas de coalición de poder, la oposición tiene como objetivo implementar la discusión en el Senado para que las elecciones presidenciales y legislativas se realicen con una boleta única en la que figuren los candidatos de todos los partidos y el ciudadano solo deba marcar su voto en el papel dentro del cuarto oscuro.
El sistema de votación fue aprobado el 8 de junio en la Cámara Baja con 132 votos afirmativos, 104 negativos y 4 abstenciones.
Allí, Juntos por el Cambio tuvo el apoyo del Interbloque Federal que integran, entre otros, Graciela Camaño y Florencio Randazzo, pero que tuvo la negativa del Frente de Todos y la abstención del Frente de Izquierda.
El proyecto, desde entonces, fue girado el 13 de ese mes a la Cámara Alta, de donde aún no se movió. Deberá antes, ser dictaminado por las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia, a cargo de los oficialistas Guillermo Snopek y Oscar Parrilli, hombre de estrecha confianza de Cristina Kirchner, presidenta del Senado.
Desde la oposición, destacan que permitirá ahorrar gastos en impresiones y evitar que algunas listas –como pasa hoy al estar separadas– sean robadas o desaparezcan.
«Si hay algo que encarece las elecciones es separarlas y hacer varias en lugar de una sola y, ver que hablen de suspender las PASO por una cuestión de deficiencia presupuestaria es, como mínimo, una mentira. La forma más eficiente que tiene el Estado de ahorrar recursos es, en principio, hacer elecciones conjuntas, nación, provincias y municipios, y, en segundo lugar, implementar la Boleta Única en Papel», afirmó el diputado radical Emiliano Yacobitti.
Además, remarcó: «Con eso no solo ahorrás dinero, si es que ese es el problema, sino que también es más ecológico. Lo que están haciendo es una clara maniobra para sacar una ventaja a corto plazo».
En paralelo, también se pronunció recientemente la diputada Graciela Camaño, de Identidad Bonaerense: «Nosotros bregamos por una Boleta Única Papel y, si pensamos en alguna modificación para las próximas elecciones, ese esa, que viene a beneficiar a los votantes».
Hasta el momento, sin embargo, la oposición no cuenta con los votos para aprobar el proyecto eventualmente en el recinto. En el Senado, se necesitan unos 37 legisladores sentados en sus bancas para poder debatir cualquier iniciativa. El Frente de Todos tiene 35 legisladores propios, mientras que Juntos por el Cambio reúne a 33. Es decir, que el interbloque opositor requiere cuatro senadores más para llegar al quorum.
El jefe del interbloque de senadores del Frente de Todos en la Cámara Alta, José Mayans, advirtió, en su momento, sobre las posibilidades del proyecto de cambiar la forma de votar en el país.
«No es tan fácil que se apruebe acá. En la Argentina hay un nivel de transparencia muy fuerte. La boleta única es una idea que en algunas partes fracasó, como el voto electrónico, por la manipulación del sistema», se defendió.
Este instrumento, añaden desde el oficialismo, no solucionará los problemas del actual esquema sábana y, además, acortará la visibilidad de los candidatos de las listas, ya que el BUP solo tendrá impresos los nombres de los primeros cinco candidatos y en filas horizontales.
El elector, por su parte, deberá seleccionar solamente una opción por cada categoría: si marca dos o más casilleros el voto se considerará nulo.
Mientras esperan sumar a ese número a la cordobesa Alejandra Vigo y el rionegrino Alberto Weretilneck, desde Juntos por el Cambio también pretenden convencer al propio Snopek (Jujuy), que en el pasado se mostró a favor de un cambio hacia la Boleta Única de Papel pero no deja de formar parte del oficialismo, y de otros actores del PJ en el Senado que buscan sacar de la tutela del FdT como el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos «Camau» Espínola