Qué dicen los especialistas.
«Este relevamiento nos muestra la realidad que todos los médicos de las más variadas especialidades vemos a diario en nuestros consultorios: el gran desafío de lograr que las personas tomen conciencia y modifiquen conductas. Los procedimientos médicos han mejorado muchísimo, tanto respecto del diagnóstico como del tratamiento; los medicamentos y las intervenciones en muchos casos han cambiado el curso de las enfermedades; pero cuando se trata de modificar hábitos y conductas, a la gente se le hace mucho más difícil y eso atenta contra el control de la enfermedad y la disminución del riesgo obtenido con los procedimientos o medicamentos», explicó el Dr. Martín Cisneros, presidente del CACI.
«En la gran mayoría de los casos, los pacientes toman conciencia de la importancia del control de los factores de riesgo cardiovascular luego de sufrir un episodio, como lo demuestra el sondeo, pero con el correr de los años esa convicción se va haciendo más flexible y algunos hasta llegan a dejar de controlarse adecuadamente por largos períodos de tiempo», amplió el Dr. Alejandro Cherro, Director de la Carrera de Especialista en Hemodinamia, Angiografía General y Cardiología Intervencionista UBA-CA y ex presidente del CACI.
Los médicos destacan que, a los factores de riesgo «modificables» mencionados, hay que sumar otros «no modificables» que se potencian con los primeros. Por un lado, los antecedentes familiares, que, aunque no son insalvables, conllevan una mayor predisposición a desarrollar la enfermedad, mientras que por otro la edad: a mayor edad, mayor será el riesgo porque tanto las arterias como los órganos envejecen al igual que lo hace el individuo; en el caso de las mujeres, se aumenta el riesgo desde el inicio de la menopausia y se iguala al del hombre a partir de los 65 años.
También es un factor de riesgo la administración de anticonceptivos orales en mujeres mayores de 35 años fumadoras o que presentan algún otro factor de riesgo. La sumatoria de los factores de riesgo multiplica en forma exponencial la probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular.
«Tener dos o más factores, como hipertensión y tabaquismo u obesidad, representa una situación que debe ser tratada en forma inmediata. La primera medida, sin lugar a dudas, es la visita al cardiólogo o al médico de cabecera, que son quienes lo podrán aconsejar de la mejor manera», sostuvo el Dr. Daniel Berrocal, ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y miembro del CACI.
«Un dato llamativo es que 1 de cada 3 pacientes de los que relajaron sus controles lo hizo porque ‘se sentía bien’; eso es algo que también vemos habitualmente en la consulta: dejan de tomar la medicación antihipertensiva o la del colesterol solo porque se sienten bien. Es un error. Son enfermedades silenciosas que debutan con un episodio cardiovascular.
La adherencia a los tratamientos es clave para el control de estas patologías», aclaró el Dr. José A. Álvarez, cardioangiólogo intervencionista miembro del CACI.
«Esperamos que este relevamiento realizado en el marco del Día Mundial del Corazón le sirva a la gente para repensar algunas conductas y reconocer que el momento de comenzar a cambiar es hoy y ahora. Todos sabemos lo que hay que hacer y lo que no, la recomendación es proponerse metas, tanto de actividad física como de alimentación saludable, objetivos de manejo del estrés y de disminución del sobrepeso, cero tabaco, alcohol muy dosificado y presión arterial, glucemia y colesterol bajo control, entre otros; y por supuesto comenzar tomar medidas para alcanzar esas metas.
Sin dilaciones. Tenemos que tomar conciencia de que la enfermedad cardiovascular, una vez instalada, presenta un camino mucho más complejo», concluyó el Dr. Cisneros.