El Día Internacional contra el Dengue se conmemora hoy con el objetivo de crear una mayor conciencia para la prevención y tratamiento de una enfermedad muy contagiosa que está entre las diez principales amenazas a la salud pública mundial y es endémico en más de 100 países, con una mayor prevalencia en los sectores más vulnerables.
El dengue se transmite fundamentalmente a través del mosquito vector, el Aedes aegypti y -en menor medida- el mosquito Aedes albopicus- y, de acuerdo con las estadísticas de la Organización de la Salud (OMS), unas 500 millones de personas de América del Sur, Central y del Norte están potencialmente en riesgo de contraer la enfermedad.
Según se informó, la mitad de la población mundial está expuesta a la infección, registrándose unos 390 millones de contagios, 96 millones con manifestación clínica evidente, 500 mil hospitalizaciones y alrededor de 20 mil fallecimientos por año en todo el planeta, mientras que su incidencia aumentó 30 veces en los últimos 50 años, con más países que por primera vez identificaron brotes de dengue.
Generalmente las infecciones por dengue son asintomáticas o la enfermedad cursa de manera leve a moderada con síntomas parecidos a los de la gripe, pero en algunos casos se manifiesta en forma grave y puede presentar complicaciones severas que eventualmente conllevan riesgo de vida.
Los grupos más susceptibles a desarrollar complicaciones por el contagio de alguno de los cuatro serotipos del dengue son los niños pequeños y los adultos mayores, especialmente aquellos que viven en zonas carenciadas con ambientes que facilitan la cría del mosquito transmisor.
Entre los principales síntomas de la enfermedad se destacan fiebre, náuseas/vómitos, erupción en la piel, dolor de cabeza y dolor detrás de los ojos y dolores musculares varios. Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas, se recomienda la consulta inmediata con el centro asistencial más cercano.
Como medida de prevención, se procura evitar la propagación del mosquito transmisor, lo que incluye eliminar todos los reservorios de agua donde se crían las larvas, sanear predios y remediar suelos, incorporar mejoras que hacen a la salud ambiental y a condiciones de vida saludables, como provisión de agua corriente, cloacas, y gestión de residuos, entre otras.
También, protegerse instalando mosquiteros en buen estado, evitando las picaduras de los mosquitos con abundante repelente y usando ropa que cubra brazos y piernas.
Recientemente, en la 17a Conferencia de la Sociedad Internacional de Medicina del Viajero (CISTM), se presentaron los resultados de la investigación clínica TIDES (Estudio de Eficacia sobre la Inmunización Tetravalente contra el Dengue, según su sigla en inglés) con la vacuna de un laboratorio japonés, que demostraron que la aplicación de este inmunizante logró prevenir el 83.6% de las internaciones y el 62% del dengue en general, sin riesgo de seguridad significativo detectado durante los tres años posteriores a la inoculación.
El estudio analizó el comportamiento de la vacuna respecto de los 4 serotipos del dengue en más de 20 mil niños y adolescentes sanos de entre 4 y 16 años de países con dengue endémico de América Latina (Brasil, Colombia, Panamá, República Dominicana y Nicaragua) y Asia (Filipinas, Tailandia y Sri Lanka).
La vacuna fue generalmente bien tolerada y demostró continuar brindando protección contra el virus durante 3 años, destacándose sus resultados en la prevención de las hospitalizaciones por dengue.
El estudio TIDES es un ensayo a doble ciego, aleatorio y controlado por placebo, diseñado para evaluar la eficacia, seguridad e inmunogenicidad de un esquema de vacunación de dos dosis -con un intervalo de tres meses entre cada aplicación- de la vacuna experimental en niños sanos.
Actualmente, esta vacuna se encuentra en etapa avanzada de aprobación por parte de la autoridad sanitaria de la Unión Europea (EMA) y las de muchos países con dengue endémico, entre ellos la Argentina y Colombia; la solicitud de aprobación en Estados Unidos está proyectada para fines de este año.