A 99 kilómetros de la ciudad capital de Neuquén, el viajero se encuentra con el «médano de la amenaza» o con lo que los lugareños conocen como el «paraje del muerto».
Por Antonio D´Eramo.
Son dos posibles traducciones del nombre mapuche Añelo, ciudad que es reivindicada como la capital de Vaca Muerta y que desde que se descubrió el yacimiento gasífero y petrolífero, en 1931, posee el potencial de convertirse, en algún futuro próximo, en la Texas o Dubai del Cono Sur.
Durante los próximos siete días, Añelo vivirá en máxima tensión y nerviosismo porque el 20 de octubre se realizará la elección de renovación de autoridades del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, en la que estarán habilitados para votar 21.475 afiliados que podrán elegir entre tres listas: la oficialista Azul y Blanca, encabezada por Marcelo Rucci; la lista Naranja que postula a Máximo Mora y la lista Verde que preside Walter Zozaya.
La particularidad de esta elección, que mantiene en tensión al mundo de la política y de los negocios por los intereses y la influencia que posee el gremio en cuestiones petroleras, es la ausencia, por primera vez en 38 años, de Guillermo Pereyra, el histórico dirigente que se marcha a «cuarteles de invierno», más precisamente a dirigir la mutual gremial, sin haber podido evitar una confrontación electoral por la conducción del sindicato que demuestra la debilidad con la que termina su gestión al frente de la entidad gremial más poderosa de la Patagonia.
Por ese motivo, la relevancia por conducir el sindicato más influyente del área energética, posibilitó que esta elección sea observada con especial atención por el mundo de la política.
La votación del 20 de octubre se convertirá en la cita electoral previa de las municipales de la ciudad de Neuquén del 24 de octubre y de las legislativas del 14 de noviembre, donde el Movimiento Popular Neuquino (MPN) intentará retener una banca de diputado nacional que, en la actualidad, ocupa Alma Sapag.
De la misma manera que el Partido Justicialista tiene las 62 Organizaciones Gremiales como una herramienta político-sindical, el MPN cuenta como propio al gremio petrolero.
Y esto es así porque Guillermo Pereyra, que intentará dejar la conducción a Marcelo Rucci y a sus dos hijos Flavio y Martín Pereyra, es una figura influyente en el MPN. El principal contendiente en esta elección gremial es Walter Zozaya, de la lista Verde, que desde hace meses ha levantado la voz, de manera crítica, acerca de la dirección del sindicato desde las quejas y reclamos de las bases de la organización sindical. Algunos miembros de la oficialista lista Azul y Blanca opinan que Zozaya está vinculado al ex intendente de Cutral Co y dirigente del Frente de Todos Ramón Rioseco.
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Miércoles 20 de octubre.
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Por otra parte, el sector empresario observa con muchísima preocupación el resultado que dejará la elección del 20 de octubre porque un gremio desunido, con varios líderes emergentes ante la salida de Guillermo Pereyra solo puede traer mayor conflictividad laboral y reclamos sindicales más potentes que los que se pactaban con la conducción actual.
Este cúmulo de intereses está generando el clima propicio para que se caliente la elección con denuncias de amenazas, reclamos por ausencia de padrones o reglas poco claras durante el escrutinio que permitirían realizar fraudes alevosos, además de señalar la presencia en los alrededores de los centros de votación de personas identificadas como barrabravas del club Godoy Cruz de Mendoza.
Desde finales de la crisis de 2001, la barra de Godoy Cruz, llamada «la Banda del Expreso», se convirtió en una de las más importantes del país si se contabilizan el dinero y los contactos que generó durante su accionar delictivo.
Su integrante más reconocido, Daniel «Rengo» Aguilera, cumple una pena de doce años de prisión por liderar una banda de narcotraficantes en Mendoza. Los del «Tomba» mendocino pueden codearse, sin problemas, con los violentos de Rosario o de Buenos Aires.
Una denuncia presentada por un adherente a la lista Verde señaló que los barras «en Rincón de los Sauces van a realizar aprietes el día de las elecciones y llegarían a robarse las urnas». Para los seguidores de Zozaya, el oficialismo va a perder claramente la elección, por eso buscarán asegurar la concurrencia a los centros de votación y «queremos garantizarles a los compañeros la seguridad a quien concurra a votar porque va a estar presente la Gendarmería Nacional custodiando el acto eleccionario».
En declaraciones a NA, Zozaya afirmó: «Queremos pedirle a la gente que vote en libertad, que tenga claro que el miedo se acabará a las 18 horas del 20 de octubre, cuando ganemos la elección. También les pido que denuncien cada irregularidad que noten o vean ese día o en las jornadas previas».
No fue fácil la incorporación de la lista Verde a la elección.
Pereyra intentó una lista de unidad que, desde luego, no consiguió para asegurar la continuidad en el poder de la lista Azul e intentó impugnar, infructuosamente, los avales presentados por la lista de Zozaya, de Dante Gabriel Almendra, Luis Carez y Nelson Latini.
«Por este antecedente, de intentar que no compitiéramos, pedimos al ministro de Trabajo (de la Nación), Claudio Moroni, la presencia de veedores de la cartera que conduce. Es una elección trascendente que puede dejar atrás cuatro décadas de mandato único de Guillermo Pereyra en el pasado», agregó.
Sin embargo, las irregularidades en la preparación del acto electoral se suceden. El desierto perforado por 400 pozos de fracking de la Cuenca de Vaca Muerta será el escenario de los centros de votación y esta irregularidad, que dificulta el traslado de los trabajadores que quieran sufragar, fue protestada ante las autoridades de Trabajo.
Letrados de la lista Verde explicaron: «Habitualmente se vota con un máximo 40 mesas y en lugares de fácil acceso, pero ahora que hay verdadera competencia; el oficialismo decidió montar 262 urnas en el medio de la nada, dentro de bases operadoras, de difícil acceso y control de fiscalización. Protestamos ante el Ministerio de Trabajo y sus funcionarios ordenaron que se cumpla la ley y que cada trabajador pueda votar en el establecimiento donde cumple sus funciones laborales según su DNI y recibo de haberes».
La Providencia ministerial, intervención administrativa de elevación asentada en un expediente, del 14 de octubre pasado, firmada por Mónica Floria Rissotto, directora nacional de Asociaciones Sindicales del Ministerio de Trabajo de la Nación, ordenó a Guillermo Pereyra «poner de inmediato a disposición de la Lista Verde y entregar, ya sea en formato papel o en soporte magnético, el padrón de afiliados por establecimiento que en los términos del artículo 15 del decreto 467/88 debe tener confeccionado».
El padrón obtenido cuatro días antes del comienzo de los comicios es uno de los puntos que la oposición ha logrado solucionar. Existen otras exigencias de la conducción gremial que han sido objetadas por los sindicalistas opositores.
Por ejemplo, en un instructivo redactado por las autoridades del sindicato para las autoridades de mesa y su comportamiento y accionar durante el día de la elección, se anota que, una vez que el presidente firma el certificado de escrutinio junto a los fiscales de las demás listas, «el/la presidente/a guardará un juego del CERTIFICADO DE ESCRUTINIO (obligatoriamente firmado por todos los integrantes de la mesa) dentro de la urna. Seguidamente se procederá a sellar la urna con una faja tapando la boca o ranura, que firmarán el/la presidente/a y los/as fiscales presentes. Luego el/la presidente/a llevará la urna y el padrón PERSONALMENTE a la sede de la Junta Electoral, Santa Cruz 267 – primer piso-, donde será recibida por un miembro de ésta que hará entrega de una constancia».
Es la última parte la que intentarán corregir desde la lista Verde. El presidente de la mesa no irá solo a la sede de la Junta Electoral, que es la sede del gremio de Guillermo Pereyra. Los sindicalistas quieren cuidar que la urna no se «pierda» por el camino o por las oficinas del sindicato.
Frente a tantas irregularidades previas que han sido denunciadas y ante un clima de nerviosismo que va creciendo, Walter Zozaya contactó al premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel para que solicite a las autoridades provinciales y nacionales por la seguridad de las elecciones en el sindicato.
Zozaya explicó: «Convocamos a observadores civiles que nos ayuden a observar las elecciones. Hay que dejar claro que al posible fraude lo paramos entre todos, cada trabajador petrolero en cada una de las tres provincias debe ser nuestro fiscal de manera autónoma y cuidar su voto».