El congelamiento de precios no será efectivo para frenar la inflación, que ya ronda el 3,5% mensual, y provocará desabastecimiento, alertaron economistas.
Los especialistas dudan que la medida permita controlar la escalada del costo de vida, que en septiembre mostró una aceleración que se estaría sosteniendo en octubre, según reconoció el Gobierno.
Para economistas de la consultora Ecolatina, el congelamiento impulsado por el nuevo secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, no será efectivo para frenar la inflación este año.
«Los controles y acuerdos de precios pueden complementar políticas más integrales de freno al aumento, pero no pueden hacerlo solos», advirtió el analista de Ecolatina Joaquín Waldman.
Dijo que aunque la medida pueda generar cierta desaceleración de remarcaciones durante algunos meses, el problema hay que pensarlo para el día 91, cuando venza el congelamiento.
Feletti propuso congelar los precios de más de 1.200 productos durante 90 días, para hacer frente a la escalada de remarcaciones que genera cada vez más pobreza.
Pero los expertos que siguen el tema manifiestan su preocupación por las expectativas inflacionarias que se irán acumulando.
Dudan de que la medida permita poner en caja una inflación que se proyecta por encima del 50% anual.
El Gobierno ya implementó más de 20 programas de control de precios, selló acuerdos con diversos sectores de la economía y mantiene pisadas las tarifas y el tipo de cambio, pero sin éxito para atenuar el índice de inflación.
Los analistas indican que una de las medidas claves es frenar la emisión monetaria y el gasto público, que se aceleró a fondo tras la derrota del oficialismo en las elecciones primarias.
Feletti busca congelar precios de 1.245 productos (alimentos y bebidas, higiene y limpieza) hasta el 7 de enero del 2022, con controles, fiscalizaciones y multas.
La inflación acumula 37% en los primeros nueve meses del año y se proyecta por encima del 50% anual.
Los economistas señalan que el conjunto de productos que entren en esta canasta no subirán de acá a enero pero, en ese mes, pegarán un salto para recuperar el terreno cedido en tres meses.
También advierten que si los fabricantes no logran cierta rentabilidad caerá el nivel de producción y esto provocará desabastecimiento en las góndolas.
Los congelamientos «no sirven, y si lo hacen es exclusivamente a muy corto plazo, y generan desabastecimiento», explicó Andrés Borenstein, economista de la consultora Econviews.
Los expertos advierten que si el congelamiento se mantiene mucho tiempo se profundizará el lanzamiento de nuevas presentaciones, cambios en las fórmulas, ingredientes, contenido o tamaño de los productos, en perjuicio de los consumidores.
El problema del aumento de precios es de toda la economía y hasta que no haya un acuerdo con el FMI que garantice un sendero sostenible y socialmente de estabilización no se verán cambios sustanciales, consideró Claudio Caprarulo, economista de Analytica.
Los principales aumentos del último mes, que estuvieron por encima del nivel general, no se dieron, en su mayoría, en el segmento de productos de consumo masivo en supermercados y autoservicios.
Las mayores alzas correspondieron a Prendas de vestir y calzado (6%), Bebidas alcohólicas y tabaco (5,9%), Salud (4,3%), Restaurantes y hotel (4,1%) y Recreación y cultura (3,8%).