Los sectores de mayor crecimiento en 2022 serán los servicios basados en el conocimiento, los beneficiados por menores restricciones y por la «revancha del consumo» y la producción de aparatos de uso doméstico.
También, las exportaciones mineras y la producción de vehículos se encuentran entre esos sectores, según estimaciones de la consultora Abeceb.
No obstante, las mejoras «no llegarán ni a la mitad del rebote que esos mismos sectores registraron durante este año», pronosticó el informe de esa empresa.
Y explicó que esa desaceleración no sólo se explica por la base de comparación (2021 era contra un 2020 signado por la extensa cuarentena) sino que los sectores enfrentan una doble agenda: una caracterizada por una macro debilitada, con mucha incertidumbre; un mundo que no tendrá el viento de cola de 2021 y los riesgos de las nuevas variantes del Covid-19.
La otra agenda, es con los desafíos que impone la disrupción tecnológica y los nuevos hábitos del consumidor.
De acuerdo con el informe, la producción de aparatos de uso doméstico tuvo un repunte del 46,9%; los de electrónica de consumo del 54%; las exportaciones mineras, el 20% y la producción de vehículos, el 56,2%.
Para Abeceb, este rebote anémico también se da en la producción siderúrgica que se incrementará el 4,8% en 2022 y había crecido el 31,5% este año.
La construcción en 2022 tendrá una mejora al ritmo del 4% -este año había alcanzado el 30,2%- mientras que la elaboración de productos farmacéuticos que en 2022 aumentará el 4%, quedó al 8,9% en 2021.
La actividad agropecuaria tiene perspectivas heterogéneas: la venta de maquinaria agrícola se incrementará el 2,7% en 2022 contrastando con el 14,4% de este año y la venta de fertilizantes aumentará el 1,5% contra el 12,8% de 2021.
La producción agrícola se mantendrá estable en 2022 (+0,3%) contra un aumento del 28,4% en 2021, mientras que la molienda de soja crecerá el 2,1% contra el 17,4% del ejercicio actual.
En cambio, la molienda de trigo tendrá un mejor 2022 con el 4%, recuperándose de la caída de este año (-3,9%).
Para Abeceb, la economía argentina ingresa a 2022 «con debilidad política y una macro desafiada, con las autoridades obligadas a hacer algunas correcciones (tarifas y déficit fiscal), alta inflación y crecimiento modesto».