Con el objetivo de evitar que se incremente el consumo de tabaco, especialmente en menores de edad, el Gobierno estableció hoy una serie de prohibiciones para las empresas fabricantes e importadoras, que no podrán incluir en sus productos leyendas o imágenes que «tengan el posible efecto de hacer más atractivo» el fumar.
A través de la Resolución 143/2022, publicada este jueves en el Boletín Oficial, el Ministerio de Salud fijó nuevas normas para la divulgación de información al público acerca de los ingredientes de productos de tabaco y prohibió la posibilidad de que se incluyan en publicidades o etiquetados «la mención a ingredientes y aditivos, como saborizantes, aromatizantes o cualquier otro tipo de ingrediente, haciéndose extensivo la prohibición a leyendas, imágenes o signos figurativos que hagan referencia a los mismos, o a sus posibles efectos sensoriales y/o que tengan el posible efecto de hacer más atractivo el consumo del producto por los niños y adolescentes, o dar la idea de que sea menos riesgoso para la salud».
Entre las expresiones o mensajes que ya no podrán utilizarse se incluye la información sobre ingredientes supuestamente beneficiosos para la salud, como frutas y verduras, hierbas, nutrientes, vitaminas, otros productos, sustancias, características o procesos que puedan dar la idea de que el producto sea menos riesgoso para la salud; palabras como «Light», «Suave», «Mild», «bajo en contenido de nicotina y alquitrán», «Natural», «Frutal», «Libre de aditivos», «Puro», «Orgánico» o términos similares.
Tampoco se podrán utilizar términos vinculados a posibles aromas o sabores, como chocolate, cacao, azúcar, dulces, mentol, menta, frutas, caramelo, golosinas en general, vainilla, café, moca, crema, mojito, daiquiri, especias, entre otros; o conceptos como fuerza, energía, ni efectos sensoriales como Sense, Fresco, Fresh, Cool, Frío, Ice, Winter, Caliente, Fuego, Fire, Summer, y otros.
La cartera conducida por Carla Vizzotti también fijo que no podrán emplearse otras asociaciones que puedan resultar atractivas para los jóvenes como las referidas a contenidos musicales, de danza, de juegos, u otras, como Shuffle, Remix, entre otras.
El objetivo de la norma es que a través de la publicidad o el empaquetado no pueda minimizarse el daño que produce fumar, ni se atraiga a los menores de edad a iniciarse en el consumo de tabaco.
«La autoridad sanitaria nacional dispondrá con exclusividad la información al público en el etiquetado y publicidad sobre ingredientes de los productos de tabaco y/o sus posibles efectos, con el objetivo de dar a conocer las consecuencias para la salud, la naturaleza adictiva y la amenaza mortal que plantea el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco», subrayó el Ministerio de Salud.
Las empresas fabricantes e importadoras de productos de tabaco tendrán un año a partir de la entrada en vigencia de la medida para adecuar las etiquetas de los productos de tabaco que comercializan y la publicidad de los mismos y un plazo de seis meses previo al lanzamiento de nuevos productos para presentar ante el Ministerio de Salud la propuesta de etiquetado y publicidad de los mismos para su autorización.
El tabaquismo es un problema mundial de salud pública con devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales que hoy es responsable de más de 8 millones de muertes anuales en el mundo y de costos sanitarios y ambientales que incluso exceden las recaudaciones fiscales por impuestos al tabaco.
El consumo de tabaco es causa de enfermedades respiratorias graves, como enfisema y EPOC, cáncer de pulmón, boca, labios, lengua, laringe y faringe, cáncer de estómago, de esófago, de páncreas, de vejiga, de riñón, de cuello de útero, de colon y de recto, de hígado, de mama, de la cavidad nasal, de ovario y ciertas formas de leucemia, y también es causa de patologías cardiovasculares, como enfermedad coronaria, ACV y enfermedad vascular periférica.
Esta epidemia representa la primera causa de muerte prematura evitable a nivel mundial y en la Argentina produce más de 40 mil muertos por año, incluyendo alrededor de 5 mil muertes anuales en no fumadores por exposición al humo de tabaco ajeno.