El economista jefe de la Fundación de investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, se refirió al cierre definitivo del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y expresó que «en Argentina siempre hay sustos, pero va a haber acuerdo con el Fondo», ya que «no hay otra opción».
En diálogo con el programa «Cristina sin vueltas» por Radio Rivadavia, Artana aseguró que en caso de no confirmarse el entendimiento, «el default con el Fondo dejaría a Argentina sin el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco Mundial y de otros organismos multilaterales».
También agregó que la misma suerte correría el comercio exterior y dijo: «Con lo cual la situación sería peor de lo que estamos viviendo ahora».
En cuanto a la escasez de reservas en el Banco Central, consideró que «la situación de reservas es frágil» y que «eso lo revela las propias decisiones del Gobierno de poner más trabas al acceso normal de dólares para los distintos actores de la economía», refiriéndose a la nueva disposición de la AFIP que profundiza los controles sobre las operaciones de comercio exterior.
El economista indicó que «la inflación va a ser muy difícil que baje con respecto al año pasado» y estimó que «el Gobierno va a apuntar a una inflación del 40% y después va a terminar arriba del 50%, como el año pasado».
La proyección la explica en que «aún en el marco del acuerdo con el Fondo o con el Gobierno de motus propio decidiendo hacer una política antiinflacionaria hay mucho que diferir todavía de decisiones populistas que se tomaron el año pasado y los anteriores».
Artana detalló que las cuestiones que van a empujar la inflación producto de lo hecho en el pasado son: el tema tarifario, los controles de precios y el atraso cambiario.
Respecto a este último señaló que «por lo que parece, el Gobierno y el Fondo acordaron que el tipo de cambio no se tiene que atrasar más respecto de la inflación».
A modo de síntesis, consideró: «Vamos a tener un año mediocre de crecimiento y de alta inflación. Esperemos que los ingresos de los asalariados y los jubilados puedan ir acompañando la inflación».