Los cordones montañosos de gran atractivo que recorren la región, con vestigios de civilizaciones antiguas y prácticas culturales que reflejan la riqueza de sus pueblos, muestran la magnitud de la Puna jujeña, la otra ventana que ofrece el turismo en la provincia para el encuentro con la naturaleza y la aventura.
Con distancias que van desde los 150 a 350 kilómetros desde San Salvador de Jujuy, el viajero puede optar por conocer destinos de fuerte raigambre ancestral y andina en el norte del país.
Susques, Barrancas, Casabindo, Cusi Cusi, Yavi y San Francisco de Alfarcito, entre otros, muestran su identidad pueblerina a base de costumbres y festividades que dan vida a los circuitos entre ferias de trueque, cerámica, ónix, tejidos, aguas termales, salares, dunas y arte rupestre.
«Cusi Cusi y Yavi son destinos que han crecido de forma impresionante. El primero viene abriendo más hospedajes y comedores por los atractivos que la gente ha ido conociendo, como el Valle de la Luna (en Rinconada)», dijo a Télam Sandra Nazar, directora provincial de Turismo.
A su vez, Yavi está recuperando un caudal turístico que le era muy característico, con promociones por redes sociales y tours de familiarización a los que se suma la capacitación a los guías locales.
«Es un destino super prometedor donde la gente no solo tiene la opción de la iglesia o el museo histórico provincial (la Casa Hacienda de Yavi del Marquesado de Tojo), sino que invita a recorrer sus paisajes increíbles con una arqueología de lo más interesante», explicó Nazar sobre esta localidad ubicada a 16 kilómetros al este de La Quiaca, sobre la ruta tradicional al Alto Perú.
En 1647 instaló allí su residencia el encomendero Pablo Bernárdez de Ovando. y en 1690 termina la construcción de una iglesia consagrada a San Francisco, con líneas arquitectónicas de gran sencillez y belleza.
El púlpito, los altares y los retablos son realzados por una cubierta de oro a la hoja, mientras que los cuadros y notables esculturas en maderas fueron traídas desde el Cuzco.
También destacan en La Casa del Marqués los aposentos familiares -abiertos al público- de esta construcción que fue habitada por el Marquéz de Tojo y Yavi, título que otorga la corona española en 1708.
Por su parte, en un recorrido por la ruta nacional 40 se halla el deslumbrante Valle de la Luna, una formación geológica constituido en un atractivo turístico del oeste de la provincia, 5 kilómetros al sudeste de Cusi Cusi.
«Todo lo que está pasando con el turismo de Jujuy va haciendo que las comunidades se entusiasmen con desarrollar una propuesta de lo que ellos quieren con talleres de capacitación», afirmó Nazar.
«A medida que van tratando, vendiendo y conociendo a sus propios clientes van mejorando su oferta», destacó.
La Puna es un destino de excursionismo donde la altura y las limitaciones del lugar son factores a tener en cuenta, y la movilidad se da mayormente con vehículos 4×4, componiendo una oferta menos masiva.
En el sur de la región se encuentra Barrancas, donde en el 2018 un equipo de investigadores del Conicet halló una momia de más de 8.000 años de antigüedad.
Su nuevo Centro de Interpretación Arqueológica (CIA) guarda los testimonios de un pasado que perdura en las costumbres y obras de su gente, y donde el viajero puede encontrar información detallada de las sociedades que poblaron el valle de Barrancas desde 650 años antes de Cristo.
«Desde la instalación del CIA hubo antes y después en la región; hoy está funcionando como un gran atractivo», resaltaron las autoridades locales.
Fundada en octubre de 1919 en el departamento Cochinoca, el pueblo conserva un legado de historias y tradiciones andinas, y través de sus enormes paredones naturales pueden observarse pinturas rupestres y petroglifos.
Para llegar hasta allí se deben atravesar las Salinas Grandes desde Purmamarca por la ruta nacional 52, desde donde se toma, por un cruce bien señalizado, un tramo corto de seis kilómetros de la ruta provincial 75.
El paisaje deslumbrante de las Salinas Grandes, una extensa planicie de sal, tercera en Sudamérica, incorporó alojamiento por una alianza entre un grupo empresario con una comunidad aborigen para la instalación de domos, lo que refleja «aspectos innovadores en el turismo jujeño», afirmó Nazar.
Al seguir viaje por la ruta 52 se llega a la localidad de Susques, que posee una iglesia declarada Monumento Histórico Nacional en cuyo interior está la imagen de la Virgen de Belén que fue encontrada debajo de una piedra.
En ese mismo lugar, a fines del siglo XVI, jesuitas y aborígenes construyeron la iglesia con adobe, madera, cuero, cubierta de torta de barro y paja -adornada por notables pinturas de la escuela cuzqueña- y cuyas campanas que vibran en la torre fueron traídas desde Chuquisaca.
Al sur está Catua, situada a casi 4 mil metros sobre el nivel del mar, conocida como la Capital del ónix, un mineral estratégico para la producción de artesanías, mientras que en Casira, en el departamento Santa Catalina, se comercializan las típicas ollas de barro, tinajas y birques en todas sus variedades y tamaños cuyo proceso de cocción se realiza en un hoyo excavado en la tierra con técnicas ancestrales.
San Francisco de Alfarcito, del sur del departamento Cochinoca, sobre la ruta provincial 11, en la margen occidental del sistema natural formado por la Laguna de Guayatayoc y las Salinas Grandes, tiene en su entorno cerros, senderos y en el centro sus casas, una escuela, un cabildo y una capilla, que dan cuenta de la originalidad de este «pueblo auténtico» reconocido a nivel país.
Su actividad agrícola, que ha estado relacionada al modelo indígena de la cultura incaica, no tiene la fuerza de antes; en cambio las artesanías y los tejidos (guantes, medias, bufandas) sigue siendo el sostén de la economía familiar.
Pocos kilómetros al norte se ubica Sausalito, otro pintoresco pueblo puneño que ofrece un bello balcón a la laguna de Guayatayoc.
Otras opciones para el turismo son las aguas termales de Tuzgle en la comunidad de Puesto Sey (Susques) sobre la ruta 40, en el oeste jujeño y un paseo por las arenas del Huancar, un cerro localizado en Abra Pampa, a la vera de la ruta 9.
En cuanto al alojamiento, por ejemplo en el complejo turístico Pastos Chicos, ubicado en Susques, la tarifa de una habitación simple es de 4.800 pesos, doble 5.700 pesos y cuádruple 6.500 pesos.
En tanto, en el hotel Cristal de La Quiaca la habitación simple tiene un valor de 4.300 pesos y doble matrimonial 5.900 pesos, y en todos se incluye desayuno.
La gastronomía es muy completa y variada, compuesta de platos regionales a partir de cultivos como la papa andina, habas, quinua y yacón, carne de llama, de cordero, charqui, chacinados, quesos de cabra, vaca y cordero.
Son platos típicos la calapurca (sopa), tistincha (sopa majada), huaschalocro, empanadas, estofado y tamales de llama. También postres como api, anchi, arroz con leche y mazamorra.