En un escenario electoral en el que los discursos duros parecieran cotizar más que las propuestas, el exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey intentará romper la agenda dominada por el bicoalicionismo encarnado en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Junto al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, diagraman una alternativa superadora a la grieta en la que incluyó al exministro de Transporte Florencio Randazzo y las diputadas Graciela Camaño (Tercera Posición) y Mónica Fein (Socialista).
Por Gonzalo Delmonte .
Buenos Aires, 5 noviembre (NA) — En un escenario electoral en el que los discursos duros parecieran cotizar más que las propuestas, el exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey intentará romper la agenda dominada por el bicoalicionismo encarnado en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Junto al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, diagraman una alternativa superadora a la grieta en la que incluyó al exministro de Transporte Florencio Randazzo y las diputadas Graciela Camaño (Tercera Posición) y Mónica Fein (Socialista). .
En una entrevista con Noticias Argentinas, el norteño afirmó que lo que necesita el espacio -en construcción- es dejar de pensar «en una tercera vía y construir una agenda diferente».
En ese sentido, continuó: «El país tiene que ir a un fuerte cambio en términos de prioridades y plantear un modelo altamente desarrollista».
Consultado sobre el alcance en términos de competitividad, el salteño argumentó: «Hay que dejarles la agenda conservadora al FdT y JxC. Eso nos puede dar gran competitividad». .
Respecto al gobierno que encabeza el presidente Alberto Fernández, Urtubey señaló que «la propuesta fracasó» y disparó contra el armado que ideó la vicepresidenta Cristina Kirchner: «Cuesta encontrar al Gobierno porque es, en algunas cosas, inexistente».
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A continuación, los principales pasajes de la entrevista: .
NA: A casi tres años del Gobierno del Frente de Todos, ¿qué balance hace?.
JMU: El mismo que hacen todos los argentinos: la propuesta planteada fracasó. Técnicamente, los argentinos creyeron que ahí podía haber una expresión diferente a la que hubo, pero lo que encontraron fue menos de lo mismo. Hoy hay una demanda ciudadana producto de eso.
Cuesta encontrar al Gobierno porque es, en algunas cosas, inexistente. En otras, presente, pero en un sentido negativo.
Claramente lo que se ve es una decisiva contribución a trabajar en una agenda que no tiene nada que ver con la demanda ciudadana. Esa contribución es la profundización de la crisis de representación de la Argentina. .
– ¿Es posible el intento de Alberto Fernández de buscar una reelección?.
– Cuando vos sos Presidente, gobernador o intendente, tu reelección tiene que ver con tu gestión. Entonces, si ellos consideran que es buena la gestión y amerita una reelección en buena hora para ellos. La mayoría de los argentinos pensamos lo contrario.
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– ¿Y la vicepresidenta?.
– Es la responsable del espacio y al Gobierno le está yendo muy mal. El problema es que es muy difícil hacer una evaluación de responsables con un 100% de inflación y casi 50% de pobreza, niveles de exclusión inéditos y una degradación absoluta de nuestro sistema productivo. Por eso es muy difícil evaluarlos positivamente si son los responsables.
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– Hace poco hipotetizó que el kirchnerismo se encuentra anclado en la lucha de clases. ¿En algún momento de su historia estuvo fuera de ese anclaje? .
– Es que, lamentablemente, eso nos diferencia en aquellos que creemos que el peronismo no es eso. El peronismo fue el que corporizó la movilidad social ascendente, la posibilidad del progreso. El hecho tan argentino de que nuestros hijos tengan la convicción de que van a estar mejor que sus padres, tuvo un decisivo aporte el peronismo. Hoy, da la sensación que los que manejan la franquicia del peronismo dejaron eso de lado, para mí por impotencia de no poder transformar la realidad, y se anclaron en algo que no tiene nada que ver con el peronismo, que es la lucha de clases. Claramente esto representa una mirada que no tiene nada que ver con lo que la sociedad le demanda al peronismo.
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– ¿Qué futuro le depara al kirchnerismo?.
– No soy un analista objetivo, porque soy un actor de la política, pero considero que el kirchnerismo secuestró al peronismo. El peronismo quedó dentro de un camino, llevado por el kirchnerismo, que no tiene nada que ver con las demandas sociales.
En ese marco, ellos expresan una mirada respecto de la política y la organización social que tiene un porcentaje de argentinos.
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– ¿Qué necesita una tercera vía para romper la polarización? .
– Lo que necesita es dejar de pensar en una tercera vía y construir una agenda diferente. Hay que animarse y tener la osadía de cambiar la agenda en Argentina. La lógica actual es discutir de qué manera se administran, poco mejor o poco peor, el actual estado de las cosas del país. Creo que el país tiene que ir a un fuerte cambio en términos de prioridades y plantear un modelo altamente desarrollista con una alianza de poder con los sectores que representan el mercado agroalimentario, la economía del conocimiento, la minería sustentable y la generación de energía limpia. Son los principales generadores de commodities que te pueden plantar niveles de crecimiento y desarrollo que necesita la Argentina para hacer las transformaciones que quieren hacer estos gobiernos. Para eso se tiene que crecer. Con la agenda actual que hoy están planteando no crece.
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– ¿Qué necesitan para ser competitivos? .
– Cambiar de agenda y dejarle la agenda conservadora al Frente de Todos y Juntos por el Cambio para animarse a una fuerte agenda desarrollista que apueste a la cultura de la producción y el trabajo. Eso, a nosotros, nos puede dar gran competitividad.
Subestimar a la gente pensando que lo que la enamora son personas, pero no las ideas, es un conformismo que tenemos los políticos que hace muchos no discutimos ideas. Hay que empezar a hacerlo. .
– ¿Por qué no terminó de despegar Consenso Federal en 2019? ¿Por qué ahora sí un armado similar, pero con estas nuevas características, podría hacerlo? .
– Porque nos ganó la idea conservadora de mantener el status quo. Lo que discutimos fueron posiciones de poder y creo que ese fue un error grosero. ¿Por qué? Porque al discutir en ésos términos y lo hicimos de manera tal de respetar cuotas de poder entre los actores de la política. Acá hay que empezar a aprender que tenemos que empezar a amar más a los demás, que a nosotros mismos, y entender a la política como un servicio donde nuestra lógica de funcionamiento no responda al sostenimiento de posiciones de poder, sino a una fuerte revolución en agenda. Eso no lo hicimos. Jugamos al juego de la política tradicional y la gente se quedó con los que estaban. Si vos no planteas un cambio de raíz, profundo, por qué van a cambiar. Para eso se quedan con los que están.
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– Sin embargo, a poco menos de un año de las elecciones generales el tablero parece estar dominado por el bicoalicionismo.
– Nunca el escenario electoral que tenés un año antes se repitió el día de la elección. Jamás. Nunca alguien que fue Presidente fue favorito un año antes. ¿Por qué? Porque da la sensación que es tan frágil todo en la Argentina que nada se sostiene mucho tiempo. Acá las cosas son mucho más líquidas.
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– ¿Es un déficit de la democracia? ¿Se puede mejorar? .
– Es una característica de la Argentina. Lo disruptivo sería vivir en un país con instituciones más sólidas. Acá siempre vivimos en emergencia con líderes casi mesiánicos. Por lo cual, me parece que puede llegar el momento de cambiar eso.
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